INDEPENDENCIA
Miguel Hidalgo 1753–1811
Nació en la
hacienda de Corralejo, en Pénjamo, Guanajuato, el 8 de mayo de 1753. En
Valladolid (hoy Morelia) estudió en el Colegio de San Nicolás Obispo, del cual
llegó a ser catedrático y rector, después de obtener el grado de bachiller. En
1792 se ordenó como sacerdote, ejerciendo su ministerio en el curato de
Dolores. Su pensamiento liberal lo llevó a unirse al grupo de insurgentes que
conspiraban en Querétaro en favor de la independencia de México.
En sus reuniones, los independentistas planeaban que el movimiento armado se iniciara en octubre, de 1810, pero descubierta la conspiración y detenidos varios de los involucrados, doña Josefa Ortiz de Domínguez informó de esto a Allende e Hidalgo por lo que se decidió efectuar el levantamiento en el acto y así, al amanecer del 16 de septiembre de 1810, los vecinos del pueblo de Dolores: alfareros, carpinteros, herreros y campesinos, acudieron al llamado del padre Miguel Hidalgo y Costilla, al lado de Aldama, Allende y Abasolo para iniciar la lucha por la independencia.
En poco menos de dos semanas el combate fue favorable: el ejército insurgente obtuvo plazas como Atotonilco, San Miguel el Grande (hoy de Allende), Salamanca, Irapuato y Silao.
Al llegar a Guanajuato, los españoles, junto con sus familias, se refugiaron en la alhóndiga de Granaditas, convertida en fortaleza, donde el 28 de septiembre, después de una sangrienta lucha, los insurgentes derrotaran a los españoles y obtuvieron la ciudad. Posteriormente, don Miguel Hidalgo se dirigió a Valladolid, lugar en el que publicó un decreto aboliendo la esclavitud en la Nueva España.
El 30 de octubre de 1810, rumbo a la ciudad de México, Hidalgo y su ejército derrotaron al brigadier Torcuato Trujillo en el monte de las Cruces. La toma de la capital era inminente, pero Hidalgo ordenó la retirada de sus tropas. En su paso por Guadalajara, el 26 de diciembre, Miguel Hidalgo estableció un gobierno con él como dirigente y dos ministerios, además publicó varios bandos y proclamas en el periódico insurgente: El Despertador Americano.
En Puente de Calderón, los realistas, al mando del general Félix Calleja, derrotaron a Hidalgo y a su gente, obligándolo a huir a Aguascalientes y seguir luego a Zacatecas.
El 21 de marzo de 1811, al llegar a Acatita de Baján, Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez fueron traicionados por Ignacio Elizondo. Capturados, fueron trasladados a Chihuahua; Hidalgo fue enjuiciado, degradado y ejecutado el 29 de julio de ese mismo año.
En sus reuniones, los independentistas planeaban que el movimiento armado se iniciara en octubre, de 1810, pero descubierta la conspiración y detenidos varios de los involucrados, doña Josefa Ortiz de Domínguez informó de esto a Allende e Hidalgo por lo que se decidió efectuar el levantamiento en el acto y así, al amanecer del 16 de septiembre de 1810, los vecinos del pueblo de Dolores: alfareros, carpinteros, herreros y campesinos, acudieron al llamado del padre Miguel Hidalgo y Costilla, al lado de Aldama, Allende y Abasolo para iniciar la lucha por la independencia.
En poco menos de dos semanas el combate fue favorable: el ejército insurgente obtuvo plazas como Atotonilco, San Miguel el Grande (hoy de Allende), Salamanca, Irapuato y Silao.
Al llegar a Guanajuato, los españoles, junto con sus familias, se refugiaron en la alhóndiga de Granaditas, convertida en fortaleza, donde el 28 de septiembre, después de una sangrienta lucha, los insurgentes derrotaran a los españoles y obtuvieron la ciudad. Posteriormente, don Miguel Hidalgo se dirigió a Valladolid, lugar en el que publicó un decreto aboliendo la esclavitud en la Nueva España.
El 30 de octubre de 1810, rumbo a la ciudad de México, Hidalgo y su ejército derrotaron al brigadier Torcuato Trujillo en el monte de las Cruces. La toma de la capital era inminente, pero Hidalgo ordenó la retirada de sus tropas. En su paso por Guadalajara, el 26 de diciembre, Miguel Hidalgo estableció un gobierno con él como dirigente y dos ministerios, además publicó varios bandos y proclamas en el periódico insurgente: El Despertador Americano.
En Puente de Calderón, los realistas, al mando del general Félix Calleja, derrotaron a Hidalgo y a su gente, obligándolo a huir a Aguascalientes y seguir luego a Zacatecas.
El 21 de marzo de 1811, al llegar a Acatita de Baján, Hidalgo, Allende, Aldama y Jiménez fueron traicionados por Ignacio Elizondo. Capturados, fueron trasladados a Chihuahua; Hidalgo fue enjuiciado, degradado y ejecutado el 29 de julio de ese mismo año.
Lances aéreos y taurinos en los bandos
insurgentes y realistas
A inicios del
siglo XIX en la Nueva España dos de las aficiones populares eran la práctica de
volar papalotes y las corridas taurinas.
Aunque su origen es aún incierto, se cree que de China la elaboración y vuelo de estos objetos de papel y/o tela se extendió hacia países del sudoeste asiático: la India, la península arábiga y el norte de África. A Europa llegó antes del siglo XVI, pero en el XVIII se hizo muy popular como juego y elemento de los espectáculos pirotécnicos.
Es posible que los primeros cometas llegaran a las tierras que hoy llamamos México en el siglo XVII en la nao de China o galeón del Pacifico, que era la flota para el intercambio comercial con Asia. En la Nueva España se le rebautizó como papalote, por la voz náhuatl papalotl: mariposa. Este nombre también se le da en Cuba y Puerto Rico. En otros países de habla hispana se le conoce como barrilete, cometón, saeta, papagayo, pandorga y volantín.
En el ámbito militar, mediante los movimientos y colores de los papalotes se cifraban mensajes que podían ser transmitidos al vuelo y leídos a la distancia entre los destacamentos castrenses. Durante algún tiempo la práctica de volar papalotes en las noches o en las azoteas fue penalizada debido a los accidente que ello ocasionó a los practicantes del juego.
En los documentos resguardados en el AGN se observa cómo durante el moviendo independentista las autoridades virreinales ponían énfasis en la prohibición debido a que tenían noticias de que a través de los papalotes los insurgentes se comunicaban noticias importantes.
Se cree que el lanceo de toros surgió en España aproximadamente en el siglo XII y que fue evolucionando al paso del tiempo hasta llegar a las corridas de toros que actualmente conocemos. El toreo llegó a América con los conquistadores españoles y pronto se popularizó. Los realistas las organizaban con el objetivo de recaudar fondos para solventar algunos gastos de la guerra; compra de víveres o de uniformes para las tropas.
Aunque su origen es aún incierto, se cree que de China la elaboración y vuelo de estos objetos de papel y/o tela se extendió hacia países del sudoeste asiático: la India, la península arábiga y el norte de África. A Europa llegó antes del siglo XVI, pero en el XVIII se hizo muy popular como juego y elemento de los espectáculos pirotécnicos.
Es posible que los primeros cometas llegaran a las tierras que hoy llamamos México en el siglo XVII en la nao de China o galeón del Pacifico, que era la flota para el intercambio comercial con Asia. En la Nueva España se le rebautizó como papalote, por la voz náhuatl papalotl: mariposa. Este nombre también se le da en Cuba y Puerto Rico. En otros países de habla hispana se le conoce como barrilete, cometón, saeta, papagayo, pandorga y volantín.
En el ámbito militar, mediante los movimientos y colores de los papalotes se cifraban mensajes que podían ser transmitidos al vuelo y leídos a la distancia entre los destacamentos castrenses. Durante algún tiempo la práctica de volar papalotes en las noches o en las azoteas fue penalizada debido a los accidente que ello ocasionó a los practicantes del juego.
En los documentos resguardados en el AGN se observa cómo durante el moviendo independentista las autoridades virreinales ponían énfasis en la prohibición debido a que tenían noticias de que a través de los papalotes los insurgentes se comunicaban noticias importantes.
Se cree que el lanceo de toros surgió en España aproximadamente en el siglo XII y que fue evolucionando al paso del tiempo hasta llegar a las corridas de toros que actualmente conocemos. El toreo llegó a América con los conquistadores españoles y pronto se popularizó. Los realistas las organizaban con el objetivo de recaudar fondos para solventar algunos gastos de la guerra; compra de víveres o de uniformes para las tropas.
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