martes, 24 de noviembre de 2015

 


                         instituto superior de educación normal
                    licenciatura en educación primaria
 
“LA INFORMACIÓN DE UNA CONCIENCIA HISTÓRICA
 

 

El reto actual de la enseñanza de la historia consiste en no limitarse al qué

Y cómo, sino al por qué y para qué.

Las bondades del programa de libros de texto gratuitos establecido por Torres Bodet en 1960 son leídos en Jalisco, por José María Muriá, paradójicamente desde el reclamo regional por una perspectiva de la historia que supere, precisamente, a la inauguración de este programa, por diversas razones, se canceló durante tres décadas (de 1960 a 1990) los contenidos regionales existentes desde las tres últimas décadas del XIX (1872). Situación que, en medio de dificultades comenzará a resolverse con la publicación de la Breve historia de Jalisco (Muriá, 1988) y los programas de actualización de profesores al respecto, lo cual marca el reinició de las historias regionales con fines pedagógicos.

Las bondades del programa de libros de texto gratuitos establecido por Torres Bodet en 1960 son leídos en Jalisco, por José María Muriá, paradójicamente desde el reclamo regional por una perspectiva de la historia que supere, precisamente, a la inauguración de este programa, por diversas razones, se canceló durante tres décadas (de 1960 a 1990) los contenidos regionales existentes desde las tres últimas décadas del XIX (1872). Situación que, en medio de dificultades comenzará a resolverse con la publicación de la Breve historia de Jalisco (Muriá, 1988) y los programas de actualización de profesores al respecto, lo cual marca el reinició de las historias regionales con fines pedagógicos.

La enseñanza de la historia a través de las recientes reformas educativas, la de 1992 y la de 2004, enfocadas en el terreno de la contienda, a donde dirige nuestra mirada Adelina Arredondo, donde convergen diversos actores: “Conflicto multifacético entre SEP, SNTE, gobierno federal y gobiernos estatales, partidos políticos, grupos de historiadores, académicos

y no académicos e, incluso, religiosos”.

Frente a las preguntas iniciales sobre la transculturalidad de los migrantes mexicanos en Estados Unidos, que les hace mantener vivas las tradiciones, la cultura, las costumbres, de su país de origen, Lucía Martínez busca explicaciones en libros de texto, de inicios del siglo XX –cuyas imágenes remiten a la pérdida del territorio nacional y generan una actitud de resentimiento sobre los invasores–, y otros materiales didácticos relativamente recientes

Mendoza se plantea tres preguntas fundamentales para darle sentido a la enseñanza de la historia: ¿qué historia enseñamos?, ¿por qué seleccionar determinados contenidos de enseñanza? y ¿cuál es el enfoque de la historia que enseñamos?

En pocas palabras, como sostiene esta autora, los docentes no han sido formados para encontrar el sentido del discurso histórico en sus alumnos y para “comprender los problemas humanos y, frente a ellos, tomar posición […]”. Esto, en alusión al sentido no aséptico planteado ya en el artículo de Jesús Márquez.
 

María Guadalupe Mendoza nos dice que el profesor deberá iniciar con el análisis de su práctica para identificar los problemas que enfrenta. Esto lo llevará a reconstruir su concepto de historia y de enseñanza para seleccionar, jerarquizar y/o correlacionar tantos los conceptos como las categorías que resultan significativos a partir de los conocimientos previos de los alumnos. “el maestro está en posibilidades de establecer un marco de ubicación temporal y espacial de los hechos históricos y leer con los alumnos el libro para hacer una lectura problemática que permita la reflexión, no sobre ‘lo leído’, sino sobre el ‘sentido de lo leído’”.

Mc Gregor se sitúa en las preocupaciones pedagógicas encontrando en la interacción áulica y, sobre todo, en lo que se sabe y no únicamente en lo que se espera del alumno, una posible solución. La autora nos hace saber que los alumnos llegan al aula con esquemas de interpretación construidos durante su proceso de socialización y “cuando se les fuerza a pensar cuentan con el ‘repertorio necesario’ para ‘desarrollar un pensamiento causal de cierta complejidad’.

 
 
 
 

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